19 de agosto de 2011

La Mecánica del Corazón

"Lo tuyo no es amor. Sopesaste un par de cosas y viste que yo era buena chica y que podía servirte...Pero el amor no es eso, ¿entiendes? El amor no es como hacer las cuentas en el colmado. El amor es cuando haces una locura, como esa inscripción del puente: “Tú y yo... A tres metros sobre el cielo.” Eso, eso es amor."

28 de julio de 2011

Las cosas, en su justa medida.

Hay cosas, que demasiado a menudo, pierden toda clase de significado. Hay cosas, que si no aparecen nunca, hacen que el resto apenas valga.

18 de julio de 2011

"Y porqué no me avisasteis cuando visteis que estaba cambiando?
No sé, porque te veíamos... más feliz."

13 de julio de 2011

"No obstante, la felicidad se puede hallar hasta en los mas oscuros momentos... si somos capaces de usar bien la luz."

10 de julio de 2011

Ya lo debes de saber, y que la luna salga por donde quiera,
pero sin correr, que no haya prisa, te convenceré con
millones de sonrisas,
para que te despiertes de una vez y te des cuenta de que no hay nada que perder.

29 de junio de 2011

22 de junio de 2011

Calentando motores :)

Lo has olvidado? La vida crece entre los matices,
se esconde siempre en lo que no dices para hacerse de rogar.
Un día claro, y aquellas cosas que no viviste,
vienen hoy para decirte: que la fiesta empiece ya

Me suena grande, los imposibles también existen,
son los que hoy me hacen decirte: que la fiesta empiece ya.

29 de mayo de 2011

Pinwinnie!

Cuenta la leyenda del origen del gusano de seda que en las Indias vivió una princesa que tenía los cabellos de oro; su madrastra la detestaba profundamente y consiguió del zar que la joven fuese enviada al desierto. Desterrose pues a la princesa de los cabellos de oro y en su destierro se la abandonó.

La princesa se presentó al quinto día en la casa de su padre, conducida por un león que la llevaba sobre su lomo. La madrastra aconsejó entonces al zar que la dejara extraviada en los países salvajes, donde no vivían más que buitres. Así se hizo, pero los buitres la devolvieron a su padre al cuarto día.

Entonces la madrastra consiguió el destierro de la joven a una isla desierta. Hubo unos pesacadores que la recogieron y la devolvieron al zar. Viendo aquello la madrastra ordenó que cavaran en el patio un hondo pozo y a éste hizo que bajara la princesa. Luego llenó de tierra el hoyo. Seis días después, en el lugar donde había sido enterrada la joven viva se vio brillar una luz. El zar hizo que se cavara y en lo más profundo se encontró a la princesa.
Por último, la madrastra hizo que se ahuecara el tronco de un gran árbol y en ese agujero metió a la princesa. Luego mandó cortar el árbol y que lo echaran al mar. Nueve días después, las aguas dejaron el tronco en las costas de Japón y los habitantes de aquel lugar sacaron a la princesa del interior del tronco, pero ésta, en cuanto vio la luz del día murió para transformarse en un gusano de seda. Y aquel gusano trepó hasta lo alto del árbol y comió de sus hojas. Cierto día dejó de moverse y de comer, pero cinco días después -el tiempo que la princesa había pasado en el desierto- se reanimó de nuevo y siguió royendo las hojas del árbol por espacio de varios días.

Al cabo de esos días volvió a dormirse, y pasó dormida el mismo tiempo que los buitres emplearon para devolverla a su casa; luego se reanimó para, días más tarde, quedarse dormida de nuevo. Después del quinto sueño, el gusano murió para resucitar en capullo sedoso y dorado; de aquel capullo salió una mariposa que se puso a poner huevos. Puestos los huevos, otros gusanos salieron. Ahora allí se fabrica mucha seda y se cultiva gran cantidad de gusanos. El gusano duerme cinco veces y cinco veces se reanima. Los japoneses llaman a los sueños: sueño del león, sueño del buitre, sueño de la barca, sueño del pozo y sueño del tronco.

28 de mayo de 2011

21 de mayo de 2011

Cómo Agua para Chocolate.


Mi abuela, Luz del amanecer, una india Kikapoo, decía que todos nacemos con una caja de fósforos en nuestro interior y que no los podemos encender nosotros solos. Necesitamos, como en este experimento, del oxígeno y de la ayuda de una vela. Sólo que en nuestro caso, el oxígeno debe provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada. La luz de la vela puede ser cualquier cosa, una melodía, una palabra, una caricia, un sonido. Algo que dispare el detonador y encienda una de las cerillas.

Cada persona tiene entonces que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, ya que la combustión que se realiza al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía al alma. Si no hay detonador para los fósforos, entonces la caja de cerillas se humedece y ya nunca podremos encender uno solo de ellos.

Si eso llega a pasar, el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo. Por eso hay que permanecer alejados de personas que tengan un aliento gélido. Su sola presencia podría apagar el fuego más intenso. Mientras más distancia tomemos de estas personas, será más fácil protegernos de su soplo. El alma desea integrarse al lugar donde proviene, dejando al cuerpo inerte.

Hay muchas maneras de poner a secar una caja de cerillas húmeda. Se puede estar seguro que sí tiene remedio, claro que también es muy importante encender las cerillas una por una, ya que si por una intensa emoción llegamos a encender todas de un solo golpe, se produce un resplandor tan fuerte que aparece ante nuestros ojos un túnel, esplendoroso, que nos muestra el camino que olvidamos al nacer y que a la vez nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino.

15 de mayo de 2011

Qué bien suena! :)

"Gracias por hacerme tener cosas bonitas que contar. Sí, tú, Ili."

Vale, tenía algo más que decir :_)

Gracias.

Por el cariño, la paciencia... Cuando todo iba mal...
Gracias. Por esas cosas que no se pueden contar...

23 de abril de 2011

22 de abril de 2011

"...Mis amigos son el centro, son miradas, son mi aliento..."

"Lo voy a decir, me hacéis muy feliz,
hacéis que me acuerde siempre de lo bueno
tirando de mí, sabiendo elegir
la mejor manera de contarme el cuento,
ahora sé que sí, llegar hasta aquí,
no lo hubiera logrado sin vuestro talento."
 
Porque a veces la vida no te puede regalar cosas bonitas, pero ellos sí. 
 
 

19 de abril de 2011

Porque las cosas bonitas hay que verlas, vivirlas, leerlas, soñarlas, sentirlas, oirlas, disfrutarlas, compartirlas... pero tienen que existir.

1 de abril de 2011

14 de marzo de 2011

Dejarse llevar, suena demasiado bien.


"Elegir un destino con los ojos cerrados y señalando un mapa.
Tirar una botella al mar, con una dirección. Recibir una respuesta.
Saber a qué huele la felicidad.
No mentir, ni que me mientan.
Tener la sensación de no haber perdido el tiempo.

Escuchar y pronunciar, al menos, un Te Quiero en algún momento de mi vida. Pero uno de verdad. También un Lo Siento.
Me gustaría poder ayudar a alguien lo suficiente como para cambiar su vida y ver la mía con una nueva perspectiva.
Tener el valor necesario para entrar en ese lugar."


No es más que un fragmento de algo que retomé hace un tiempo. En su día también quise hacer volar pájaros de papel. Ahora me da por cosas más realistas, más complicadas.

13 de marzo de 2011

Remolonear.

Aguacate, Biología, Camelia, Derretir, Estudio, Fondue, Gominolas, Hamburguesas, Imágenes, Jopelines, Kebab , Luxuria, Mantas, Noche, Ñeñeñe, Obradoiro, Paseo, Queso, Risotto, Sofá, Terremoto, Usted, Velas, Whisky, Yeso, Zapato.

10 de marzo de 2011

Con mucho tiempo para aprender.

O simplemente para poder seguir sintiendo, o arreglando el mundo a deshoras.
Y aunque sentirlas baste, las cosas bonitas hay que vivirlas, verlas, leerlas, oirlas...  :D

27 de febrero de 2011

A veces, cuando las acciones no alcanzan, se hacen necesarias las palabras.

"Recuerdo que esa mañana me levanté guardando la cobardía que me había acompañado las tres mañanas anteriores. Actuando por inercia. Cuando sabes que algo va a pasar, que algo horrible está a punto de suceder, sólo te dejas ir, hasta que ocurre. Recuerdo que llovía y que la mañana anterior te habían trasladado de habitación a otra más grande, éramos demasiados los que queríamos estar contigo.

Recuerdo que la noche anterior me había escapado, no hubiera soportado que nadie me hubiera deseado un feliz día en aquella situación; hubiera llorado, y no quería que me vieras llorar. Dentro de lo malo de la situación, entre la impotencia, la rabia, el dolor y el terror pasé la noche en uno de los pocos lugares en los que realmente me sentía protegida. En el único lugar de los posibles en el que creí que un “feliz día” no me hundiría del todo.

Recuerdo que entré temerosa por la puerta de la 803, ya habían empezado a dormirte, esperaste como una campeona para vernos por última vez. No me hubiera perdonado llegar tarde. Todos pensaron que los “más pequeños” estábamos demasiado tranquilos para lo que estaba pasando; en realidad, los “más pequeños” estábamos contando cuántas veces respirabas por minuto, torturándonos con cada expiración, por si era la última. Los “más pequeños” sabíamos que se iba el eje, y ningún engranaje funciona sin un eje.

Recuerdo algo más de ese día, algo que me hizo querer escaparme cada poco tiempo de aquel lugar. Todo el mundo hablaba de ti en pasado, sin embargo, tú estabas allí, ¡Seguías allí!, pero todo el mundo se estaba olvidando de eso.

Recuerdo que nos dijeron que era cuestión de horas, pero que no sabían de cuántas. Yo no pude más, no hubiera soportado esa espera en aquella habitación. Resulta que igual los que parecían más cobardes, eran en realidad los más valientes y él, la persona con la que compartiste tantos años de tu vida, se ganó un poquito de mi respeto en ese momento. Una pena que en ningún caso fuera suficiente como para compensar todo el que le había perdido en los últimos meses.

Recuerdo que cuando íbamos a irnos me acerqué a ti, te di un beso en la frente, a sabiendas de que sería el último e intenté decírtelo, o al menos susurrártelo. Aún nos oías, decían. Intenté decirte eso que siempre quisiste oír. No lo conseguí. Salí por la puerta.

Recuerdo que a las 08:11 de la mañana siguiente sonó mi móvil, “el más pequeño” me dijo: “Ya murió, ahora tienes que estar tranquila”. Los días siguientes pasaron por inercia y yo estuve en ellos por hacer algo, porque no me dejaron desaparecer, porque no me dejaron fundirme con mi cama. Y no volver a levantarme.

 
Ahora sólo me queda recordar. Sólo puedo recordar que jamás te dije que te quería, pese a que tú me lo decías todos los días. Te Quiero."




22 de febrero de 2011

13 de febrero de 2011

A veces pienso que... si no hablo de eso... se me olvida.



        Pero no.

2 de febrero de 2011

La Mecánica del Corazón.


"Su cuello está salpicado de minúsculos granos de belleza, constelaciones que descienden hasta sus senos. Me convierto en astrónomo de su piel, hundo mi nariz en sus estrellas. La acaricio con todas mis fuerzas y ella se hace flor para mí con todas sus caricias. Sus manos emanan dulce electricidad. Me acerco aún más.

Sin embargo, nuestros dedos resultan torpes cuando quieren hacer cosas de gente normal en pleno día. De noche, telecontrolados por el deseo, se conocen de memoria, pero, ahora, diríase que se trata de cuatro manos izquierdas a las que alguien hubiera pedido escribir "buenos días"."

14 de enero de 2011

Un regalo del cielo.

" -La gente cuenta historias, y son quienes las escuchan los que tienen que decidir si creérselas o no. Ese no es el cometido del que las cuenta.
 - ¿No debería creérsela el que la cuenta?
 -Lo que a uno le sirve de lección, para otro es un cuento, pero a menudo un cuento puede servir de lección.
 - ¿Qué se supone que significa eso? Has dicho que había una lección, ¿cuál?
 - Si te lo tengo que decir, muchacho, apreciar a tus seres queridos. Darle las gracias a toda la gente especial que hay en tu vida. Concentrate en lo que importa.

Gabe le hizo a Lou un regalo muy importante hijo. Gabe le regalo a Lou tiempo."

4 de enero de 2011

La Insoportable Levedad del Ser.

"El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto de nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro".

Magia.

Infinita.