29 de mayo de 2011


Cuenta la leyenda del origen del gusano de seda que en las Indias vivió una princesa que tenía los cabellos de oro; su madrastra la detestaba profundamente y consiguió del zar que la joven fuese enviada al desierto. Desterrose pues a la princesa de los cabellos de oro y en su destierro se la abandonó.

La princesa se presentó al quinto día en la casa de su padre, conducida por un león que la llevaba sobre su lomo. La madrastra aconsejó entonces al zar que la dejara extraviada en los países salvajes, donde no vivían más que buitres. Así se hizo, pero los buitres la devolvieron a su padre al cuarto día.

Entonces la madrastra consiguió el destierro de la joven a una isla desierta. Hubo unos pesacadores que la recogieron y la devolvieron al zar. Viendo aquello la madrastra ordenó que cavaran en el patio un hondo pozo y a éste hizo que bajara la princesa. Luego llenó de tierra el hoyo. Seis días después, en el lugar donde había sido enterrada la joven viva se vio brillar una luz. El zar hizo que se cavara y en lo más profundo se encontró a la princesa.
Por último, la madrastra hizo que se ahuecara el tronco de un gran árbol y en ese agujero metió a la princesa. Luego mandó cortar el árbol y que lo echaran al mar. Nueve días después, las aguas dejaron el tronco en las costas de Japón y los habitantes de aquel lugar sacaron a la princesa del interior del tronco, pero ésta, en cuanto vio la luz del día murió para transformarse en un gusano de seda. Y aquel gusano trepó hasta lo alto del árbol y comió de sus hojas. Cierto día dejó de moverse y de comer, pero cinco días después -el tiempo que la princesa había pasado en el desierto- se reanimó de nuevo y siguió royendo las hojas del árbol por espacio de varios días.

Al cabo de esos días volvió a dormirse, y pasó dormida el mismo tiempo que los buitres emplearon para devolverla a su casa; luego se reanimó para, días más tarde, quedarse dormida de nuevo. Después del quinto sueño, el gusano murió para resucitar en capullo sedoso y dorado; de aquel capullo salió una mariposa que se puso a poner huevos. Puestos los huevos, otros gusanos salieron. Ahora allí se fabrica mucha seda y se cultiva gran cantidad de gusanos. El gusano duerme cinco veces y cinco veces se reanima. Los japoneses llaman a los sueños: sueño del león, sueño del buitre, sueño de la barca, sueño del pozo y sueño del tronco.

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